LA POESÍA DE JOSEFA MOLINA RODRÍGUEZ
Josefa Molina

Nació en Gáldar -Gran Canaria- Periodista, escritora y gestora cultural. Autora de los poemarios Inflexiones (Playa de Ákaba, 2017); Los versos de las Caracolas (2019) y Un puñado de palabras (Editorial bgr.com, Colección Poesía Móvil) y de la novela Ideales perdidos (2020). Sus textos se encuentran incluidos en una treintena de antologías, tanto en prosa como en poesía.
Forma parte de la Audioteca de Literatura Canaria Actual. Es presidenta y miembro fundador de la Asociación de Escritoras y Escritores Palabra y Verso (palabrayverso.com) y directora de la charla literaria ‘El Ultílogo’. Dirige el programa de radio ‘De la Palabra al Verso’ y la colección Palabra y Verso bajo el sello editorial Beginbook Ediciones. En 2022, asume la dirección de la Colección Digital de Microficción Femenina Breves y contundentes (editorialbgr.com).
Es vicepresidenta de la Asociación de Mujeres en la Cultura-Canarias y representante en Gran Canaria de la Asociación Mundial de Escritores Latinoamericanos (AMDEL). Colabora en diversos diarios y revistas digitales literarias.
Anécdota
A Andrea, mi hermana
Somos el llanto propio al nacer
El ajeno, al morir
El conjunto de piel
de una máquina perfecta
que tropieza, cae y se levanta
Somos los cabellos
que se pierden por el sumidero
Millones de gotas de sudor
que se han secado
El aliento, la sonrisa,
la palabra y el grito
Somos consciencia
Conocimiento
Pasión
Locura
Libre albedrío
Vida y muerte
en un mismo camino
Somos mucho más
que la anécdota silenciosa
de un número estadístico


Árbol
Voy a podar
este árbol
lleno de heridas
A cortarle
las ramas secas
y a regar con constancia
sus raíces
Quiero sembrar
de olivos y flores
mis días
Aliviar las venas
de tanta sangre infértil
Voy a tomar tus manos
entre mis manos
a crear alianzas
a hundirnos en el agua
a rastrillar con ellas
la tierra
Y abonarla para
que crezcan sus frutos
de complicidad
y silencios
Quiero un árbol
que nos dé sombra
y nos cobije de la lluvia
Voy a podar
este árbol
lleno de heridas
A fertilizar su simiente
Ver cómo crece
su sabiduría
Y compartir con el mundo
tus palabras y las mías
Vomitar
Vomitar,
escupir todo,
regurgitar las entrañas,
quedarte vacía por dentro
casi hasta la asfixia
Sentir que todo sale,
creer que una mano
te agarra desde dentro
y te da la vuelta
como un trapo sucio
Echar las tripas,
quemar los residuos
que recorren la epidermis
Dejar fluir los líquidos
que engatusan el cuerpo,
crear cataratas con la sangre
que recorre las venas
Hacer trizas los huesos
y esparcirlos por el suelo
Vomitar
lanzar todo hacia fuera,
absolutamente
todo
Y sentir que duele,
que el verso
hiere.


No aplaudiré
“Maldita sea la guerra y
malditos los canallas que la hacen”
Julio Anguita
No aplaudiré
la violencia
ni los cobardes silencios
No aplaudiré
las mentiras cómplices que matan
No aplaudiré
los mensajes
que acribillan la paz y la esperanza
No aplaudiré
las banderas, las religiones ni las ideologías
que asesinan
No aplaudiré
los encendidos cánticos que arrasan
campos y ciudades
No aplaudiré
la destrucción de la vida,
los delirios de los hombres
que juegan a ser emperadores
No aplaudiré
la muerte de familias
junto a maletas solitarias
No tengo más que una voz
pero la expondré en mitad
de la plaza
y con ella rugiré
mil veces si hace falta
ante la guerra y la arrogancia.
El mundo, ahí fuera
El mundo
ahí fuera
pedante, sublime,
avasallador
Rescate de suicidas
Templados mangantes
Apátridas sin rumbo
Perdidos lazarillos
El mundo
ahí fuera
apabulla los sentidos
grita, empuja,
acribilla
Infantes indolentes
Incrédulos narcisistas
Dominadores de masas
Invisibles pastores de redes
El mundo
ahí fuera
Hiere dentro
y te escupe encima
