No pensemos que en el medioevo no se comía bien, ni mucho menos. En los siglos XIV y XV, existían grandes chefs tales como el maestro Robert (editó un libro de cocina llamado Lybre de doctrina Pera ben Servir: de Tallar: y del Art de Coch), Guillerme Tirel (que sirvió las mesas de Carlos I de España y la de las casas reales de Francia), Bartolomeo Scassi que engordó a todo el Vaticano del siglo XVI.
Los cocineros buscaban disfrazar los sabores reales -Los alimentos no tenían buen estado de conservación- y triturasen los productos debido a los problemas dentales que eran muy comunes en aquellos tiempos.