A este poeta manchego, que nació en Piedrabuena (Ciudad Real) en 1947, las musas del Helicón le abrazaron en su poesía ya introducido en la noche alzada -un poco en edad tardía,  dice él- pero profunda y rompedoramente, como las olas de la mar cuando se estampan tras una galerna en las costas escarpadas.

El poeta José Luis Morales, dice de él que es un diamante de 24 quilates en estado puro.

Francisco Caro, profesor, ya tiene en su haber premios como el de la Asociación de Escritores de Castilla-La Mancha y el Nacional de Poesía José Hierro, entre otros.

Es autor de libros como: Salvo de ti, Mientras la luz, Las sílabas de noche, Calygrafías, Desnudo de pronombre, Cuaderno de Boccaccio y Paisaje (en tercera persona).

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Combate

 

Fuera el combate ausencia

de tanteo, fuera boca de lobos,

facas, fauces,

fuera un ansia de mayo,

sangre presa,

territorio de músculos ceñidos

fuera el aire estandarte

de dos vientres,

fuera luego caballos sin aviso,

sujetaban

duras ingles el filo de la nieve

fuera el ataque furia de centenos,

cierta su densidad,

metal

su tajo fuera,

escenario de sendas, de caudales

 callado fuera el grito: fuera entonces

más sosiego el esfuerzo, más rendida

en el lino la noche que apagada nos cubre

 fuera lenta mi voz, sudor de acero

y sal -nadie respira-

fuera ausencia

la luz, fuera también

como la herida el tacto de tus ojos

La visita del vino

Llegas y no

es posible nombrarme ni decirte

alrededor de ti hay verbos

y nombres entornados,

alrededor de ti penetra

la brisa que convierte en altar el lenguaje

enfermo de consciencia

como te espero y vivo,

sano al beberte: traes

alrededor de ti la ofrenda del misterio

te vas y sin embargo permaneces,

sabes

que sólo tras tu paso es posible el poema.

 

 

Viaje a Adonis

 

Adonis sirio, libanes Adonis

 

sea viaje a su verso nuestro viaje,

a su verso de azul apenumbrado

 

sea viaje distancias en el agua,

o contento de barcos, sea vientre,

sea azul avatar, delta y oscuro

 

sea viaje la miel y su tristeza,

sea pétalo hundido, muslos, cedro,

el rumor de alfabetos en la herida

 

sea viaje la esencia del presente

-que terca voluntad lo no vivido-,

sea viaje existir sólo en el acto

 

luego sea vagar ayer los cuerpos,

por extender la ruina del poema

 

sea viaje sabernos sin destino..

La poesía o nada

 

Vemos el sol caer, convengo
contigo en que la vida es caminar
cegados laberintos
o soledades agrias

 

escríbela,
me dices,
sálvate del secreto de vivir, escupe todo.

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