Tres lugares, tres espacios, tres personajes: Nueva York, Fiesole y París son los escenarios donde se desarrolla la novela “Ciudades en las que un día naufragamos” de la escritora Amparo Serrano de Haro recientemente publicada por Ediciones Talentura en 2019. Doctora, Profesora titular de Historia del arte en la UNED y escritora, Amparo Serrano de Haro se formó en la Universidad Complutense de Madrid y después de obtener la Beca Fulbright también en Columbia University (Nueva York) y en el Institute of Fine Arts (New York University). Tiene publicados 14 libros, entre ensayo histórico, arte, traducciones, relatos breves y novelas. Sus líneas principales de investigación giran en torno. Ha impartido conferencias en museos, fundaciones y universidades (Museo del Prado, Fundación Thyssen, Universidad de Florida, University of Kentuchy, University of South Carolina, Universidad de Lille, Instituto Cervantes, etc).
Un libro de fácil y entretenida lectura en el que recorremos el viaje del protagonista a lo largo de tres mujeres, tres ciudades y tres historias. La autora une los tres espacios en uno solo, semejante a los microcosmos en una novela narrada en primera persona que mueve los hilos entretejidos de la trama. Un libro en el que es muy fácil recrearse y ensimismarse en las reflexiones metaliterarias que atraviesan desde el comienzo hasta el final de la novela en la que el lector se ve sumergido en el proceso creativo de la autora con varias referencias literarias, artísticas y filosóficas. El mundo del arte y la historia, la moda, la crítica, los códigos de la imagen y cuestiones de historia cultural, en particular los temas de género son las guías de la escritora. La moda se convierte en su faro principal. Los pensamientos de Bacon, Marcel Proust, Dante-Petrarca, Paul Auster, Virginia Woolf, Somerset Maughem, Fitzgerald le sirven también para preguntarse por el amor y la mujer así como para responder con sus reflexiones metafísicas y filosóficas.
La autora nos recuerda que somos tiempo y vivimos en él, conscientes de nuestra finitud. Por medio de las coordenadas espacio-temporales, la trama discurre desde la primavera neoyorquina pasando por la luz otoñal de Fiesole hasta alcanzar las calles frías e invernales de París bajo tres nombres de mujer respectivamente; Estrella, Linda y Julie.
¿Cómo expresa y siente la escritura en su última obra? A través del “arte de la palabra”, la reflexión y la indagación de la escritura y la lectura. Los mundos ficcionales de la novela están atravesados por lo onírico, lo sensitivo, lo corpóreo, lo etéreo. Es una novela metaliteraria en la que la autora reflexiona mediante diversas voces narrativas en la sobre la ensoñación, la verdad y la mentira de la existencia, el fingimiento, las dicotomías conceptuales, la vocación literaria, el fin de la escritura y la lectura, la constitución y finalidad de una novela, las falsas apariencias, la ficción y la realidad así como del proceso creativo tanto de la literatura como de la fotografía.
Amparo Serrano de Haro
Amparo Serrano nos muestra su auténtico “yo”, con su mente abierta al mundo posmoderno y un corazón tierno y sensible. Una mujer que con sabiduría y talento nos sumerge en su verdadera personalidad creativa e innovadora. Su pensamiento inteligente nos conduce a los vericuetos y entresijos de su última novela en un mundo narrativo lleno de sorpresas, un entramado de misterio que se desvela a lo largo de sus páginas. Surgen y aparecen los enigmas que el lector debe descifrar y resolver desde del comienzo de la novela. Entre la ficción y la realidad se trazan las relaciones de poder y erotismo, dos pilares que reflejan nuestra sociedad posmoderna y penetran en las relaciones del amor, el deseo, el sexo, la belleza y el placer mundano en esta novela breve que fluctúa entre sueños seductores, motivaciones y conflictos.
Un viaje a lo largo de tres ciudades míticas que refleja la búsqueda del sentido y significado de la vida. El poder y el sexo se dibujan entre las coordenadas espacio-temporales que transitan por Nueva York, Fiesole y París dentro de una secuencia temporal lineal que casualmente comienza en el otoño. La historia avanza o retrocede en el tiempo abordando los temas del amor, las relaciones sociales, el tema de la moda y la seducción humana en medio de una sociedad posmoderna enraizada en el XXI donde las ciudades que nos sitúan y ubican dentro del mundo.
La metáfora del hombre como “naufrago” que busca y anhela a los Otros, a su verdadero reflejo como impulso vital y motor de la existencia. Late una filosofía del viaje expresado mediante la reflexión de su autora introduciéndose en el terreno metaliterario en el que se observa un diálogo interno entre la autora y su modo de vivir y sentir, tal vez, hasta de ser y sentir. El lector se ancla en una red de personajes planos que giran en torno a las tres mujeres principales que deambulan por el mundo de la moda entre la belleza y la seducción de las modelos, el hedonismo y el placer, los desfiles, los modelos y las pasarelas. Son elementos literarios que su autora nos introduce como símbolos artísticos. Un laberinto de ficciones entrecruzadas retrata a los personajes mediante espejos, imágenes en blanco y negro, reflejos tornasolados, intercambio de miradas seductoras.
“Ciudades en las que un día naufragamos” se divide en tres partes, cada una de las cuales se narra como una secuencia a lo largo del tiempo y el espacio con un mismo protagonista masculino que evoluciona y mantiene diferentes relaciones con tres mujeres distintas pero unidas bajo el mismo patrón de la moda. La figura de la mujer es evocada como complemento indispensable de la del hombre. La autora encabeza su texto novelístico con dos citas de Virginia Woolf y Siri Hustved respectivamente. El broche final de la novela corresponde a la voz narrativa que desvela un desenlace inesperado ante la dualidad de los personajes. El narrador omnisciente en tercera persona posee una fuerza desgarradora autenticando la verosimilitud de los hechos que aportan la ficcionalidad que aparece vertida principalmente el mundo de las ciudades míticas, el espacio social y el espacio urbano posmoderno. El espacio refleja una característica muy peculiar que define a la autora representado por símbolos e imágenes que forman una especie de crucigrama. La autora traza una deconstrucción de la ciudad posmoderna diferenciando muy detalladamente en espacios privados, públicos y fronterizos.
El estilo narrativo de la novela “Ciudades en las que un día naufragamos” mantiene un equilibrio entre la ficción y la realidad, utiliza un lenguaje rico y fluido, con múltiples anglicismos, frases cortas y una amplitud dicotómica conceptual.
Para combatir el aspecto puramente físico de la mujer y centrarse en el terreno intelectual, espiritual y emocional de la misma, Amparo Serrano narra en este libro el papel y la evolución del amor en ambos géneros así como la influencia de la belleza artificial en el mundo de la moda y en el arte en las relaciones sociales. La autora nos invita y nos hace cómplices a sus lectores de una serie de hechos sucedidos que le anclan en la percepción geoespacial de las ciudades, en la descripción de sus paisajes y en su propia mirada de la vida. La otra cara de la novela se centra en nuestra sociedad moderna con los avances tecnológicos que favorecen la lectura y escritura a través de los cambios que suponen. Es por ello que como mantiene el interés y el enigma hasta el final de la novela, la autora convierte el amor en el eje central sobre el que gravita la trama y manifiesta en su visión de la moda mediante una serie de códigos mentales sociales y literarios.
Desde el principio se reflejan en las tres partes de la novela el viaje del protagonista que trascurre a lo largo de sus páginas, símbolos de búsqueda de la identidad de los personajes encuadrados dentro del código narrativo axiológico. La existencia humana siente la necesidad de buscar y anhelar, trasladarse de un sitio a otro, viajar e indagar para encontrarse en este mundo de múltiples realidades y realidades y encontrar un lugar donde situarse, en definitiva, un marco de referencia. De ese modo el personaje principal Michael viaja constantemente en busca de resolver enigmas que se le plantean desde el principio hasta el final en los cuales se ve implicado en un mundo plagado de ‘medias verdades’. Por tanto, el código epistémico ayudará al lector a desenmascarar las pistas que le conducirán a resolver los jeroglíficos implicados por la autora. Si analizamos el código deóntico de la trama podemos indagar en las falsas verdades de los protagonistas, en las normas sociales que reflejan y armonizan el núcleo familiar del mismo modo que en el comportamiento idóneo y correcto de los protagonistas ante los invitados.
Tres lugares, tres espacios, tres personajes: Nueva York, Fiesole y París son los escenarios donde la autora alcanza la excelencia narrativa en una novela breve y transmite los valores de una sociedad posmoderna con una alta dosis de ironía, una carga de melancolía y un profundo calado emocional.