Escritor filipino en lengua española, Jesús Balmori nació en el barrio manileño de Ermita el 10 de enero de 1886. Estudió en el Ateneo Municipal y obtuvo su bachillerato en 1900 en el Colegio de San Juan de Letrán. Después de trabajar como abogado, decidió dedicarse a la prensa y a la literatura. La prensa filipina en español vivía sus mejores momentos, y Balmori fue uno de sus más activos colaboradores. Así, puede ser considerado como uno de los escritores filipinos más prolíficos. No sólo escribía para sí mismo, sino que se creó también un alter ego burlón de una prolijidad casi similar. “Batikuling” firmará gran cantidad de columnas poéticas satíricas , ciclos que se agruparán conformando verdaderos y deliciosos libros sobre la vida político-social de la época . Empleará también otro pseudónimo, está vez con nombre más señorial —“Julio Brial”— sobre todo para reimprimir obras anteriormente aparecidas en otros lugares.
A la edad de 17 años publicó un libro revolucionario de la lírica filipina: Rimas Malayas . Sería definitivamente en 1908 cuando su nombre se hizo presente en la escena literaria manileña al desafiar a los poetas filipinos más consagrados. En el concurso literario del Día de Rizal ganó, bajo pseudónimo, los tres primeros premios, con sus poemas Spes, Vae Victis e Himno a Rizal, lo que originó una polémica en verso con Cecilio Apóstol . A partir de este momento Jesús Balmori pasará a ser figura principal de la creación poética filipina. En 1926 Balmori recibió el Premio Zóbel —el más importante galardón literario filipino en lengua española— por las justas poéticas mantenidas junto a Manuel Bernabé en el género literario propio de las Letras Filipinas conocido como Balagtasan.
En 1940 Balmori gana el Premio de la Mancomunidad con la obra Mi casa de nipa, en la que se realiza plenamente su intento de crear una estética filipina, superando así al Modernismo para alcanzar un nuevo estadio literario, la culminación de la literatura áurea hispanofilipina. Como narrador, es autor de dos novelas trascendentales del periodo, Bancarrota de almas (1910), novela naturalista que describe la degradación de la voluntad de los protagonistas hasta la ataraxia, y Se deshojó la flor (1915), una crítica a los nuevos valores impuestos por los invasores norteamericanos
El manuscrito de su tercera novela, Los pájaros de fuego, que el autor fue redactando y enterrando dentro de frascos de cristal en su jardín durante los últimos meses de la ocupación japonesa, permaneció perdido durante decenios. Rescatado recientemente del olvido, CLÁSICOS HISPANOFILIPINOS inaugura su colección con este relato inédito de una de las figuras capitales de las letras filipinas en español
La obra
La obra balmoriana culmina en la novela Los pájaros de fuego, escrita durante la dominación japonesa y concluida en 1945, pocos meses después de terminada la guerra. Se trata de la única novela en español sobre la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico escrita por un asiático en contemporaneidad al conflicto. La obra consta de cuatro partes divididas en cinco capítulos cada una. Las primeras tres partes se escribieron durante la dominación japonesa y se encuentran mecanografiadas; la última parte se escribió después de la guerra y está manuscrita, tal como indica el proemio. El texto fue adquirido por el gobierno filipino y permaneció ilocalizable durante años. La novela nunca ha sido publicada por lo que pocos han sido los lectores que han tenido el privilegio de leerla en más
de medio siglo. Es por este motivo que la actual edición crítica representa la puesta en valor y recuperación para las Letras Filipinas de una obra capital, la culminación de la obra balmoriana y el testimonio del fin de un mundo
GRATIA PLENA (fragmento)
Ya de ti ni siquiera en sueños me acordaba,
Pero ante el blanco altar del Santo Sacramento .
Te he visto comulgando. Cuando el cáliz se alzaba
¡Tu frente se doblaba como una flor al viento!
¡Gratia plena, mujer! Cuando acabó la misa
y pasaste ante mí con la frente inclinada,
sin que abriera la alba de tu mirada:
¡Yo caí de rodillas! Y de tu encanto en pos,
Ante mi Dios pequé, miserable de mí,
Porque hasta ahora no sé si me postré ante Dios
O me postré ante ti.
Blasón
Soy un bardo indohispano. En mi pecho cristiano
mi corazón es vaso donde mezclada está
la sangre de Legazpi, el capitán hispano con la sangre
tagala de la hija del Rajah.
Con el talón hundido en olas y en espumas
esperé sobre el mar el galeón español
y España, al encontrarme, besó las rojas plumas
que en mi frente temblaban como rayos de sol .
Era hermosa, era buena, era plena de amores
puse a sus pies mis lanzas, mis espigas, mis flores
le di mi corazón salvaje y oriental .
Y desde entonces va en mi pecho desnudo
sirviéndome de férreo y de glorioso escudo
con su idioma divino y su sangre inmortal.
Nupcial
Iluminó el idilio una lámpara azul,
Nos velaron los ibis de un biombo japonés,
Y sintió tu hermosura un diván de oro y tul
Donde besé el perfume de tus descalzos pies.
La penumbra de luna destacaba triunfal
Tu desnudez de perla, dulce como un jazmín,
En tanto despertaba como un verso inmortal
Tu carne virginal de aurora y de jardín.
¿Acaso esto es amor? decías sin hablar;
¿Acaso esto es amor? querían preguntar
El llanto de tus ojos y tu temblor de flor.
Ya están lejos los ibis del biombo japonés
Y la lámpara azul. Vuelvo a besar tus pies
Y te juro ante Dios, que sí, que esto es Amor
Una pena. El idioma español se perdió en Filipinas. En fin, por lo menos se ha rescatado a este poeta, no sé exactamente si existen otros poetas o escritores de habla hispana en Filipinas con anterioridad.
Si, si que existen, estoy haciendo un estudio entorno a ellos.
¡Bravo por los indohispanos. Adelante a recuperar todo lo que se habia perdido y fomentar la reunificación de las Españas de los 5 continentes!