SAGITARIO
Sagittarius (el arquero) es una constelación del zodíaco, generalmente representada como un centauro sosteniendo un arco. Sagittarius se encuentra entre Scorpius al oeste y Capricornus al este.
Las estrellas más brillantes forman un asterismo fácilmente reconocible, «la Tetera», cuya asa está formada por las estrellas ζ Sagittarii, τ Sagittarii, σ Sagittarii y φ Sagittarii, la tapadera por φ Sagittarii, λ Sagittarii y δ Sagittarii, el cuerpo de la Tetera lo forman ζ Sagittarii, φ Sagittarii, δ Sagittarii y ε Sagittarii, siendo el «pitorro» las estrellas δ Sagittarii, ε Sagittarii —la estrella más brillante de la constelación— y γ Sagittarii.
Había gran controversia entre los mitólogos antiguos sobre si esta constelación representaba o no un Centauro. Eratóstenes e Higino se inclinaban por la opinión de que no era un centauro afirmando que ningún centauro había usado arco. Defendieron que se trataba de un sátiro llamado Croto, que vivía en compañía de las Musas en el monte Helicón. Croto inventó el arte de disparar flechas.
FRASES SOBRE SAGITARIO
Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas.
Si te sientes perdido en el mundo es porque no has salido todavía ha buscarte
Dos senderos se abrían en el bosque y yo… yo tomé el menos transitado
Todo son motivaciones y excusas para vosotros con tal de largaros. Siempre abriendo puertas a nuevas oportunidades y horizontes… y experiencias con tal de mejorar. Pero sois tan aventureros que no siempre lo descubierto cubre vuestras expectativas. Sois los reyes del “pasto verde”, o sea, los que inventásteis la frase: “ la yerba crece más verde al otro lado de la colina” (y encima os lo creeis).
Vuestra vida es un trote contínuo, y os cuesta sentar el trasero. Y la inquietud por ser felices os mueve a meteros en historias que no siempre resultan afortunadas, aunque siempre surge algún tipo de ayuda o golpe inesperado de suerte que os rescata y os hace salir airosos de cualquier situación. ¡Chicos, que ni los ángeles saben cómo os las apañáis! Ni siquiera el de la guarda, porque lo tenéis frustrado con eso de que no necesitáis sus servicios apenas.
Eso del espacio personal para poder trotar agusto, y lanzar frechas por doquier es una necesidad imperiosa para vosotros, pero… ¿os percatáis cuando invadís el terreno de los demás? ¡Pues claro que sí! Pero lo justificáis con una habilidad pasmosa con eso de que todo lo hacéis por el bien de los demás. ¡Y os queda de cine! Con lo que os volvéis un tanto entrometidos con los demás, aparte de ser unos mandones (Aunque ahora lo pensaréis para ver si es verdad y llegaréis a la conclusión que os dé la gana con tal de justificaros otra vez con vuestras buenas obras).
Y por favor…, no lo hagáis todo tan a lo grande que luego os quedáis cortos con vuestras posibilidades y vienen los problemas.
Atentamente firma EL CONSEJO DEL ORÁCULO INTERGALACTICO.