La ciudad amurallada de Granadilla
El primitivo nombre de la villa fue La Granada, por la forma que dibujan sus murallas. Sin embargo, tras la toma del reino de Granada por los Reyes Católicos, se le cambió el nombre por Granadilla para evitar confusiones. A mediados de los años 50 del pasado siglo, los vecinos fueron obligados a abandonar sus casas por la construcción del embalse Gabriel y Galán. Sin embargo, las aguas no cubrieron este emplazamiento en altura, dejando un pueblo fantasma en una pequeña península y que guarda perfectamente su tipología primitiva.
Jarandilla de la Vera. Castillo Palacio de los Condes de Oropesa
Esta fortaleza superviviente del tiempo, nos muestra sus entrañas repletas de historia. Pasillos por donde anduvo el Emperador Carlos V de Alemania y I de España. Él estaba enamorado de esta comarca plagada de antiguas épocas. Los anales de la historia dejaron para la posteridad la frase del Emperador: “Lo mejor de España es la Vera; lo mejor de la Vera es Jarandilla. Allí está lo mejor del mundo. Y allí quisiera que me enterrasen para irme al cielo”.
Nontánchez. Perteneció al reino aftasi hasta que los almorávides conquistaron por la fuerza tan magnífica fortaleza murallas que cambiaron en varias ocasiones de manos y de señores hasta que llegó el Rey Alfonso IX de León que tras la derrota que proporcionó al rey andalusí Ibn Hud , consiguió Montánchez, y ya de forma definitiva, para el bando cristiano, allá por el año 1230 cediéndola, un poco antes de su muerte, a la Órden de Santiago.