Poco tiempo había pasado, cuándo llamaron con fuertes golpes a la puerta unos cuántos borrachos, que venían en busca del viejo Sacamantecas o Vejiguero, nombre que daban en La Mancha a los recaudadores, para darle un baño en los charcos que hay en las Tenajerías, añadiendo que venía huyendo de Argamasilla donde había trabajado y donde había tramado camorra con los vecinos.
Lorenzo les dijo que su alojado se había marchado ya, y cerró prudentemente la puerta; pero su hija, llamando a los mozos, les mostró una ventana por donde podían entrar hasta el pajar en donde Cervantes reposaba tranquilo. Asiéronse de él aquellos beodos, y sin respeto a sus canas, le ciñeron con una soga a la cintura y sacaron arrastrando en dirección a las Tenajerías, con grandes carcajadas de la liviana moza. Finalmente, a las voces de Lorenzo y Cervantes, acudieron unos cuadrilleros de la santa Hermandad y le quitaron de manos de aquellos furiosos, pero le llevaron preso y maniatado a Argamasilla de Alba.
Siguiendo con dicha memoria, leemos:
La casa de Lorenzo y Dulcinea se arruinó hace pocos años.
Otros dicen que Cervantes dirigió cierta puyas a una aldeana del Toboso y que los padres de esta le encarcelaron.
El autor del libro, en declaración aparte, dice:
Desde muy antiguo tuvieron los tobosinos mucha oposición a los ejecutores de impuestos, haciéndoles burlas muy pesadas como encerrarles desnudos en las grandes tinajas que allí se fabricaban, emborracharlos y ponerles en un ataúd entre cuatro cirios durante la embriaguez, etc.…pero la más usada era revolcarlos en el cieno de los pantanos atándoles con una larga soga, de cuyos extremos tiraban y aflojaban.
¿De donde saca un autor viajero, allá por 1850 estas leyendas sino de la historia del pueblo y de la tradición oral a la que antes me he referido?
¿De donde ha salido la leyenda de el enfrentamiento que tuvo Cervantes con el supuesto novio de Ana Zarco en el Callejón de Mejía?
Como sostiene Astrana Marín ¿De donde acá puede hacer la descripción casi exacta del pueblo la noche que D. Quijote y Sancho entraron en El Toboso?
Podemos y debemos deducir rotundamente que Cervantes estuvo en El Toboso, que le conocía perfectamente, y que la supuesta Dulcinea, como ya han intuido muchos, pudo ser un amor frustrado del genial autor, que vengó su fracaso con la fina ironía que le caracterizaba ridiculizando a la protagonista y al pueblo en el que habitó.
Si bien en ese empeño, como en casi todas las empresas de su vida, fracasa porque elevó a la amada y a su pueblo a lo más alto de la gloria, haciendo con su pluma que su conocimiento llegue a los más inaccesible rincones del mundo.
Podemos discrepar cuando afirma “dar con la Iglesia y el cementerio” ya que está documentalmente probado en los archivos parroquiales que en aquella época nuca se enterró a nadie fuera de sus muros, pero al ser construida la actual iglesia sobre los restos de una anterior, más pequeña, pudo ser natural que los restos del antiguo cementerio fueran respetados y conservados largo tiempo.
La verdad es que a casi todo viajero la llegada al Toboso le produce regocijo, y como muestra he tomado nota de lo que dice D. José López Martínez: El viajero que llega al Toboso experimenta un hecho mágico, un ensanchamiento refulgente de la sensibilidad, que le hace vivir la ensoñación de la más bella e imposible historia de amor.
Siguiendo con Cervantes sería baladí afirmar por qué vino a llamar a Dulcinea, de El Toboso: la respuesta es sencilla: porque era natural de allí.
El posible lugar de cuyo nombre no quiero acordarme.
En esta disquisición entre Cervantes y El Toboso llegamos a una lógica conclusión: El Toboso no alcanzó las metas de la fama, ni por si mismo, ni por causa de Cervantes, hemos de poner las manos sobre el corazón y reconocer que la fama le vino, como consecuencia lógica, de la sin par Dulcinea.