Los castillos, ante todo, fueron impresionantes fortalezas para la guerra, escenario de batallas e interminables asedios en los que cada nueva arma o táctica de asalto era respondida con una nueva contramedida. Y mientras tanto, sus habitantes sobrevivían o morían, e incluso se daban ocasionales alegrías.
Etiquetado Castillos de EspañaCastillos de Navarra