El libro “Madrid, acuarelas de viajes”, contiene más de 80 acuarelas realizadas en las calles y los jardines de Madrid por el madrileño Fernando Blasco a lo largo de más de cinco años y está publicado por el grupo Anaya Touring en 2017. Un viaje hacia la memoria de Madrid que pertenece a la literatura donde Pepo Paz, el autor de los textos, nos invita a recorrer los espacios geográficos y la cronología de la historia de la Villa y Corte y sus alrededores. Estas páginas revelan la intención de un viajero que refleja sus impresiones y sensaciones vistas con una mirada estética desde el punto de vista de la sociedad urbana moderna del siglo XXI.

Más que una guía de Madrid, es una guía de la vida de Madrid, un Madrid recorrido a pie donde Pepo Paz nos transporta a un Madrid galdosiano. En este libro se recogen las acuarelas de Fernando Blasco resaltando la belleza en todas sus calles y plazas mediante el dominio de la forma y del color. Las fachadas y las fuentes monumentales resaltan ante la luz de los dibujos, cromáticos y en tonos suaves que asemejan una ciudad de ensueño. Paz se desvela como un paseante más, un fotógrafo en busca de su identidad. Necesita al igual que escribe Antonio Muñoz Molina – sentirse poseído por la ciudad para poder escribir sobre ella. Pepo Paz se devanea entre la visión de Renoir cuando percibía la luz del Sena, el pensamiento de El Greco ante la ciudad de Toledo o el punto de vista pictórico que Antonio López buscó en el alma madrileña. La ciudad de Madrid atrapa a Paz y se sumerge de forma espacial en ella con un doble reto, realizar un recorrido a través de la ciudad donde ha nacido, ha crecido y ha vivido por un lado, y por otro, recordar desde que se “exilió” a la sierra de Madrid, lo que era su ciudad natal. Un punto de vista renovado y diferente, una mirada en su forma de ver el mundo, alejado del bullicio se introduce como si fuera un turista con su cámara por la gran capital. La ciudad le engulle y le fascina.

Para entender la labor artístico-literaria de Pepo Paz Saz, escritor y editor de Bartleby Editores,  para entender su escritura, no vendría mal recordar que toda su vida profesional se la ha pasado al lado de una cámara de fotos captando las mejores sensaciones y emociones que un fotoperiodista pueda imaginar. En un acto de interiorización del lenguaje, Paz se muestra un viajero incansable que recorre sitios y lugares de nuestro país para ahondar en la experiencia vital del viaje. Se trata de un  viaje interior que a cada paso que da, le transforma y le modifica su forma de ver y sentir la vida. Indaga y ahonda su mirada en la percepción de las ciudades, se sumerge en los pueblos y en sus gentes, se introduce en las jergas y en los giros lingüísticos. Osado y atrevido busca la esencia de  lo que hay fuera de su realidad y ofrece la visión de un observador que camina y se detiene ante los diferentes matices y perspectivas la realidad. Pero su mirada la focaliza siempre en el lado artístico, social y humano de los lugares, las ciudades, los pueblos.

Resulta aleccionador comprobar cómo las acuarelas de Fernando Blasco bosquejan una ciudad en continuo cambio, diríase muchas veces que, no se sabe muy bien si son reflejo de la percepción del pintor o simplemente, los sueños que envuelven al lector que cobran vida mediante la imaginación. Una ciudad imaginada y soñada con el simple propósito de buscar y encontrar su esencia desde los hallazgos más antiguos hasta lo que hoy podemos percibir y denominar, la ciudad del siglo XXI. Un cuaderno de viaje donde las acuarelas y anécdotas son el reflejo de la vida en las plazas, las calles, las mezquitas, los castillos, los palacios, las iglesias de un pueblo a lo largo de muchos siglos de existencia. Los lectores de este libro se convertirán en incansables viajeros deseos de conocer la ciudad de Madrid, desde la fundación de la Villa y Corte hasta la posmodernidad de los rascacielos del XXI.

El libro recorre la ciudad a lo largo de siete itinerarios que con toda seguridad, el autor de los textos se los ha hecho a pie. Lugares que convierten a la ciudad en un personaje que siente y padece, habla y escucha, muestra y esconde. Cuando uno se sumerge en las páginas del libro tiene la falsa impresión de ser el protagonista del cada recorrido y visualizarlos tan nítidamente como si fuera 3D.  El lector encontrará en este libro de viajes, El Madrid de los Austrias (1517-1700), El Barrio de las Letras y Lavapiés, El Madrid ilustrado, De Cibeles a Moncloa, El Manzanares y la Casa de Campo, el Madrid moderno y otros barrios para terminar con un glosario sobre los lugares más emblemáticos de la gran capital.

Si nos tropezásemos con Lope de Vega, Quevedo o Góngora en el primer itinerario y nos dejásemos guiar por ellos a lo largo de nuestra hermosa ciudad,  quizás nos explicaran cómo y por qué Felipe II eligió Madrid como residencia permanente de la Corte. La “zona cero” como nos recuerda su autor – “de cualquier visita turística a Madrid es la Puerta de Sol”. Si nos paseamos por el Madrid de los Austrias, nos fijaremos en esa plaza y en el reloj de la Casa de Correos, la estatua ecuestre de Carlos III que erigió el Ayuntamiento de Madrid en 1994 y nos adentraremos en la gastronomía que ofrece el Mercado de San Miguel para desembocar  lentamente, en las calles y terrazas de la calle Mayor.

Recorremos un segundo itinerario madrileño encabezado por el color verde en el cual, se perfila principalmente, la cultura esbozada entre el barrio de Las Letras y Lavapiés. Atocha se dibuja como una vía desde la Plaza de Atocha hasta la glorieta de Carlos V. Por un momento alcanzamos el cielo de Madrid desde la terraza del hotel ME Madrid Reina Victoria para introducimos un poco más tarde, en el teatro más antiguo de Madrid, el Español. La calle Huertas se nos presenta ante nuestros ojos como un espectáculo gastronómico-musical desembocando en un triángulo artístico de los museos de Madrid, el del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza.  Si nos perdemos por las calles del barrio de Las Letras seguramente veamos los lugares exactos donde nacieron y vivieron Góngora, Cervantes y Lope. Y si cruzamos al otro lado de Atocha se nos develarán los secretos mejor guardados de la Filmoteca Nacional, el Teatro Valle-Inclán o la antigua Tabacalera.

El color rojo nos adentra al Madrid ilustrado, el del reinado de Carlos III (1759-1788). Nuestro monarca vistió y adecentó la ciudad de manera paralela a la labor que hizo Luis XIV en París. De esa forma engalanó el Paseo del Prado y sacó el máximo interés público del Museo del mismo nombre, el Observatorio Astronómico y el Jardín Botánico. En el XIX-XX el paseo se amplió con nuevos edificios que rodean al emblemático hotel Ritz, la Bolsa, la Biblioteca Nacional y el Museo Arqueológico.

Pepo Paz

El autor vincula el color azul claro a los cielos del centro de la capital. El centenario de la Gran Vía en 2010 marcó un hito en la Villa y Corte por el que la capital se embelleció aún más y lo festejó con las mejores galas. Atravesando la Gran Vía desde la plaza de Cibeles llegamos por la plaza de Callao y plaza de España a Moncloa. La calle de Alcalá, calle de revista y moda, alberga uno de los lugares más especiales donde saborear los cielos de Madrid desde la terraza del Círculo de Bellas Artes. La recorre con una mirada longitudinal hasta dirigirse hacia los barrios de Argüelles y Moncloa donde se pueden admirar las más deliciosas puestas de sol desde el Templo de Debod.

El ocio y la naturaleza permiten disfrutar al viajero del recorrido de “El Manzanares y la Casa de Campo”  serpenteando por sus aguas y verdes senderos de paz; las riberas del Manzanares son lugares de diversión, relax y calma que se conectan entre sí por medio de pasarelas que integran el llamado “Proyecto Madrid Río”. Un paseo por el Matadero, de Arganzuela, centro cultural multifuncional y multidisciplinar nos  enlaza por un lado, con el parque Tierno Galván y su planetario y por otro, con la estación Príncipe Pío, el Lago, el zoo y el Parque Atracciones.

El Madrid moderno, una ciudad que mira hacia el futuro, inmersa en números proyectos urbanísticos,  comienza en el paseo de la Castellana y va desde la plaza del Descubrimiento hasta las Cuatro Torres y la Operación Chamartín, centro financiero y de negocios del siglo XXI. Plazas, torres, edificios de gran envergadura arquitectónica se enmarcan en la zona moderna y nueva de los Nuevos Ministerios y en lo que fue la “movida” de Azca.

Otros barrios adyacentes al centro de Madrid permiten al viajero que transita por estas páginas, observar el continuo crecimiento demográfico y económico de la ciudad. El barrio Salamanca y el de Chamberí lejos del centro de la capital han sido centros de ensanche desde el XIX hasta nuestros días. Y para terminar, el lector encontrará un glosario en el que se describen los monumentos y edificios que aparecen en las ilustraciones.

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