CAMINO DE SANTIAGO (VIII PARTE), por Xavier Eguiguren.

Música recomendada: Canto Gregoriano del Camino de Santiago
Un sol hermoso asoma tímidamente su rostro. Viajero disco de luz se aventura a tocar con los primeros rayos, un corto espacio de agua pura que fluye de la fuente sagrada que da nombre a la villa de Fonsagrada. Porción de líquido único y exclusivo para este peregrino.
El fluido no se detiene, no volverá, es estado líquido que sigue su curso, y nunca permanece como el camino que fue ayer, es ahora y será mañana.
EL círculo infinito acaricia el tiempo, horas, minutos y segundos en continuo movimiento. Los primeros pasos de la mañana se han consumado y se dirigen a la localidad de O Cádavo Baleira, como parte de la séptima etapa del camino primitivo de Santiago.
Montañas redondeadas rodean cada ombligo del mundo, caminamos bosques frondosos, testigos del eterno verdor infinito de los pastos. Serpenteante comitiva de subidas que permanecen en los altares naturales que tocan el portal del cielo.

“… pero, en cualquier caso, ¡el Camino de Santiago existe! y en él se encuentra la magia, el espíritu y la simiente de un mundo nuevo, más humano, mejor y diferente” Foto Rubén García
O Padron, veo una casita de Dios, la Iglesia de San Xoan, la fuente do Pastizal, en ese lugar beben las “Horas” que mantienen el orden en la naturaleza.
Tocar las paredes del hospital de peregrinos de Montouto, de piedras apiladas en el siglo XIV. Las estructuras que aún recuerdan las sombras de los desventurados que en el camino dejaron de ser y estar.

Paradavella. Iglesia Parroquial
No tengas miedo, deja que tu vida cambie sin dejar de aprender, mantente abierto y deja que la vida te ofrezca aquello que ahora ni siquiera puedes imaginar… Olvídate de todo… y disfruta de Tu Camino”…
EL CAMINO más que ser una ruta realmente dura y exigente para todos los que se atreven a adentrarse en sus entrañas es un pozo de sabiduría, donde a cada paso, todos vamos descubriendo nuestro lugar en el mundo…
“Pode ser que Santiago, o fillo de Zebedeo, non estivera nunca en Galicia nin en España, nin vivo nin morto, … pero, en calquera caso, ¡o Camiño de Santiago existe! e nel atópase a maxia, o espíritu e a semente dun mundo novo, máis humano, millor e diferente”
Descenso a Paradavella, antesala a la elevación de a Costa do Sapo, el palo apoyado en la tierra, engaña al dolor de pies del cansado peregrino, y toca alegóricamente las nubes que forman algodones en el cielo.

San Lorenzo Degolada
“El amor, la amistad, la sonrisa, el sacrificio, el esfuerzo, la generosidad, la tolerancia y la lucha son la esencia del Camino” (Juan)
A Lastra, Fontaneira, escalera vertical que ya no lo es tanto cuando se piensa en lo que ya se ha caminado. De la nada surge O Cádavo Baleira, el alma endurecida recompone el cuerpo cansado.