Thiago de Mello es apasionado defensor de su pueblo, su lucha lo lleva a convertirse en activista social, además de excelente ensayista, poeta y escritor brasileño.
Conocemos las letras de Thiago de Mello gracias a la amistad que tuvo con Pablo Neruda y Mario Benedetti quienes lo traducen al castellano.
De pequeño inicia sus estudios en Manaos, luego parte a Río de Janeiro donde estudia Medicina hasta que se da cuenta que eso no era lo de él; abandona la carrera para dedicarse por completo y con todas sus fuerzas al arte poético.
Vivió el esplendor de los años 50’s. Asistía a reuniones políticas, le llamaba mucho la atención las cuestiones artísticas y literarias, viajaba a Sao Pablo donde la literatura tenía auge en ese tiempo.
Su libro “Silencio de la palabra” tuvo buena aceptación, la crítica de célebres autores de los 50’s: Álvaro Lins, Tirtao de Ataide, Manuel Bandeira, Sergio Milliet y José Lins do Rego, lo califican a modo de sustancioso, duradero y enriquecedor de la literatura, elogios que recibió con agrado.
Su obra habla de la tierra que lo vio nacer; la Amazonia y la que él trata de preservar.

Mello y Pablo Neruda en Valparaiso. 1962
Le indigna la explotación desmedida de la selva, verde universo en donde se encuentra la mayor reserva de agua dulce ramificada en caminos líquidos que fluyen en mágico laberinto y se recrea incesante, atraviesa millones de kilómetros cuadros de territorio vegetal por eso nos dice: “es la Amazonia la patria del agua”, es verdad, la Gran Amazonia es trópico húmedo de floresta compacta, en ella palpitan partes vírgenes, no tocadas por el hombre, allí la vida se enreda en intimidades de agua. La Amazonía sigue siendo descubierta, desde hace cuatro siglos, Thiago desea que nunca terminen de descubrirla. Desde que el hombre la habita se yergue en las profundidades, corre terrorífico temor de que su vida toque fin.
Thiago asevera que la poesía dice la verdad, por eso la utiliza en la defensa de la Amazonia, denuncia el azogue que está matando sus aguas (el mercurio) por la ambición de mineros de extraer oro.
El mercurio es peligroso para las poblaciones ribereñas que se alimentan de peces. En el lecho de ríos de arena gruesa se encuentra con facilidad, se hallan peces contaminados a más de mil kilómetros de focos mineros.
Nos pide unir voces que exalten la atrocidad que se está cometiendo en la Amazonia, su deber es denunciar y crear conciencia para que todo el mundo se entere y así articular fuerzas para defender la contaminación del pulmón y contenedor de agua dulce más grandes del mundo.
Con tristeza y profunda pena reconoce que más de 80 millones de brasileños no piensan, ni se preocupan en la preservación de la floresta. Los que comen bien, los que viven en sectores bonitos, quieren comodidad y riqueza aún a costa de la selva.


Foto Irene Moreno. Foto Amadeu
Thiago de Mello piensa que la poesía debe contener un idioma comprensible al hombre común, no sólo a los hombres de letras. Él quiere que la poesía sirva a la vida de los hombres, que la poesía Latinoamericana se una en lenguaje universal accesible y las metáforas sean una casa de ventanas abiertas donde todo el mundo pueda entrar. Manifiesta: ¿De qué sirve una casa lujosa, con todas las comodidades y beneficios si el único que disfruta de ella es él y sus amigos? Asegura que eso pasa con la poesía y está en contra de los poetas concretistas que su fin es desbaratar palabra y sentimiento, da ejemplo claro y con tristeza cuenta; _cuando se tradujo el libro de César Vallejo, el último que se publicó, de los póstumos, los intelectuales dijeron: “qué lástima que el poeta de Trilce se haya ensuciado las manos con poesía para la esperanza”. Considera este comentario absurdo sobre poesía que es fácil para todos.
Afirma que la poesía no es para ensalzar egos, eso no debe ser, la poesía no es para volverse famoso o para ganar dinero, debe servir para crear conciencia, para que se identifiquen con tus sentimientos, vivan y revivan sus vivencias a través de la poesía de otro.

Guillermo Deisler. Hoja de Poesia. Thiago de Melo-1962
Y como dijo Fernando Pessoa: “Todo vale la pena si el alma no es pequeña”
En uno de los libros de Thiago de Mello “De una época para todos”, los versos muestran en su poesía lirismo humano, sensibilidad, alegría de vivir, lucha contra la opresión y el amor constante por la naturaleza de la Amazonia.
No escribe en busca de elegancia, en su poesía conjuga mente, corazón y sensación con su fuerza interior.
Al igual que otros autores envite la niñez; “esos pequeños son los portadores de la esperanza”; “yo ya estoy viejo, sin embargo soy tremendamente joven. Mi juventud crece cada día, porque crece en mí la esperanza de que es posible la construcción de sociedades humanas en otros países de nuestra América donde la belleza y la grandeza de la condición del ser humano sea respetada, donde la vida sea como un ramo de sol”
Como defensor de la Amazonia ha escrito: “a la selva, de la que soy hijo”
Nostalgia de Río de Janeiro: “Cada verano iba de vacaciones a mi selva; después anduve por los caminos del mundo repartiendo mi canto, mi esperanza”.
Thiago de Mello por Mauricio Castelo Branco
Pagó alto por amor a la justicia, la belleza, la vida, la esperanza, su pueblo, solventó el precio de la cárcel, del exilio. El precio de no convivir con sus hermanos y prohibírsele regresar a su patria.
Cuando pudo regresar resolvió compartir su vida con los hijos de la selva, enfatiza: “uno de los bienes más preciados que tenemos es la biodiversidad de la selva amazónica, peligrosamente amenazada por el imperio norteamericano que pretende adueñarse de ella”.
Thiago se asume defensor hasta el último aliento de “Brasil” y países que están cubiertos parcialmente por el esmeralda del Amazonas, deben ceder su soberanía para ser administrados por un organismo internacional.
“¡No, nosotros somos capaces de gobernar lo que poseemos y nos pertenece por derecho propio!” Pronuncia Thiago.