“El Estado judío celebra este año su 70 nacimiento, acecido el 14 de mayo de 1948. Ese día el último de los soldados británicos abandonó Palestina y los judíos, liderados por David Ben-Gurión, declararon en Tel Aviv la creación del Estado de Israel, de acuerdo al plan previsto por las Naciones Unidas. Hoy este Estado se ha  convertido hoy en una potencia militar y tecnológica, pero lastrado por la ocupación de Palestina y aislado en Oriente Próximo.

Israel ciertamente está acostumbrado a ver las calles llenas de exuberante celebración, danza y canto en gratitud a las bendiciones de Dios. Cada año en Yom Ha’atzmaút (Día de Independencia) y Yom Yerushalaim (Día de Jerusalén), miles de personas cantan y danzan toda la noche, dando gracias a Dios por el regalo de su tierra. Las persecuciones, matanzas y expulsiones extendidas a lo largo de la historia no apagaron la llama de la esperanza del pueblo judío, al contrario, la fomentaron. Este pueblo continuamente amenazado prosigue su camino hacia la cúspide en la que conquistarán la paz”.

 

Ben Gurion , lee la declaración de independencia de Israel
Pan Tork

Después de acordar las Naciones Unidas en el año 1947, la partición de Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, al año siguiente, en la fecha indicada el ex primer ministro israelí David Ben-Gurión, inculcado del ideal de dotar a los judíos de un Estado propio, leyó la declaración del acta de la independencia en la ciudad de Tel Aviv, desencadenando el júbilo del pueblo;

Por consiguiente nosotros, miembros del consejo del pueblo, representantes de la comunidad judía de Eretz Israel y del movimiento sionista, estamos reunidos aquí en el día de la terminación del mandato británico sobre Eretz Israel y, en virtud de nuestro derecho natural e histórico y basados en la resolución de la Asamblea Generas de las Naciones Unidas, proclamamos el establecimiento de un estado judío en Eretz Israel, que será conocido como el Estado de Israel.

La Tierra de Israel ha sido sagrada para el pueblo judío desde tiempos bíblicos, albergando los lugares más sagrados del judaísmo. De acuerdo con la Torá, esta tierra fue prometida por Yahveh a los tres Patriarcas del pueblo judío como su patria. El Estado de Israel no conquistó tierras, este pueblo regresó a la tierra de los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, como dice la Biblia. El Estado de Israel tiene derecho a vivir en paz, algo que no ha logrado por completo.

Guerra de Yom Kippur 1973
Guerra de los seis días

Israel nace posteriormente de las cenizas del Holocausto  y de las distintas deportaciones, persecuciones y expulsiones de uno u otro lugar que sufrió a lo largo de los siglos. El pueblo judío proclama  todos los años el lema “el año que viene en Jerusalén”, que viene a significar, año tras año, el saludo de cada festividad del pueblo judío; significa el anhelo y deseo de volver a Sión, a la de tierra prometida. Esa tierra donde Dios le dijo al patriarca Abraham: “a tu descendencia le entregaré esta tierra”. Ese fue el motivo que promovió el deseo de construir un estado propio. Un país pequeño en kilómetros, pero grande en su deseo de dar todo cuanto el pueblo judío necesita en su tierra ancestral.

La proclamación del Estado de Israel provocó la ira del mundo árabe. Pero éste se consolidó ganando la guerra de independencia ante siete ejércitos árabes que se lanzaron a impedir su nacimiento. La primera guerra fue la de los Seis Días, un conflicto bélico que enfrentó a Israel con una coalición árabe formada por la República Árabe Unida​ —denominación oficial de Egipto por entonces—, Jordania, Irak y Siria entre el 5 y el 10 de junio de 1967. Fue una guerra relámpago que cambió para siempre el Medio Oriente, propinando Israel una derrota apabullante a sus adversarios. La rápida victoria tomó por sorpresa incluso a los propios israelíes que pasaron del temor a la euforia. Israel no tenía planes de ir a la guerra y obtener territorios árabes. El objetivo era golpear al Ejército de Egipto de manera que ya no fuera una amenaza.

Otro momento esencial en los virajes de la historia israelita fue la posterior guerra árabe-israelí de 1973, también conocida por el nombre de festividades religiosas judía (Guerra del Yom Kippur) y musulmana (Guerra del Ramadán), enfrentó a Israel contra Egipto y Siria. Fue la cuarta de las guerras que enfrentaron al estado hebreo con estos países árabes que intentaban recuperar los territorios que Israel ocupaba desde la anterior  la Guerra de los Seis Días de 1967.

“ Hoy Israel es un país soberano de Oriente Próximo que se encuentra en la ribera sudoriental del mar Mediterráneo. Limita con el Líbano al norte, con Siria y Jordania al este, con Palestina al este en Cisjordania y al oeste en la Franja de Gaza, con Egipto al suroeste y con el golfo de Aqaba al sur, en el mar Rojo. Con una población de casi 9 millones de habitantes, con una democracia representativa y un sistema parlamentario”

Moshe Dayan y Golda Meir en Octubre de 1973

Israel ha estado permanentemente en conflicto con muchos de sus vecinos, con varias guerras y décadas de violencia que continúan hasta el día de hoy. En relación con su más inmediato oponente y enemigo, Palestina, destacamos las revueltas populares contra las fuerzas israelíes de ocupación conocidas como entifadas: piedras contra balas. Gritos contra obuses. Libertad contra represión. Vida contra muerte“.

 El Estado de Israel ha devuelto a los judíos el derecho a tener un lugar donde llegar, si en algún momento no son bienvenidos en otro lugar. Ya este pueblo tiene su patria, su bandera, tienen su lugar donde vivir y estar en paz. 

Un gran desafío con el que se comenzó a lidiar apenas nació el Estado, fue el recibimiento y la absorción de judíos provenientes de más de cien países, que a veces huyendo del antisemitismo y otras simplemente deseosos de hacer su vida en la tierra de sus antepasados, se sumaron a los destinos de Israel. Especialmente difícil fue lidiar con el desafío de la inmigración masiva al declararse la independencia y en los años siguientes, cuando el recién nacido Estado judío carecía de medios para dar a todos lo necesario. Más que nada, tomando en cuenta la diversidad cultural de la que venían todos ellos. Y dentro de este gran esfuerzo, cabe destacar que a raíz de la guerra de independencia de Israel desatada por el ataque de cinco ejércitos árabes, 700.000 judíos del mundo árabe se convirtieron en refugiados y llegaron por diversas vías a Israel.

Banjamn Netanyahu. Foto: Google

Otro objetivo realmente desafiante fue el de  garantizar la defensa del Estado, atacado desde el primer día por los países vecinos, que mucho habrían ganado y mucho sufrimiento habrían ahorrado para sí mismos y para Israel, si hubieran optado por la convivencia en paz. Fue esa necesidad de luchar siempre por la supervivencia, lo que convirtió a las Fuerzas de Defensa de Israel en un poderoso ejército-quizás el más poderoso de Oriente Medio- donde hombres y mujeres tienen que hacer el servicio militar obligatorio durante 3 años para los hombres y 2 años para las mujeres (quedando exentas las casadas, embarazadas y religiosas), en edades comprendidas entre los 17 años y medio y los 18 años.

En estos días la festividad del 70º aniversario de Israel coincide con una sangrienta ola de protestas palestinas en Gaza que se han cobrado 34 muertes y un millar de heridos por disparos de francotiradores militares. La ocupación de los territorios palestinos desde hace medio siglo sigue siendo el elefante que Benjamín Netanyahu ha preferido no ver mientras deseaba feliz cumpleaños anoche a sus compatriotas: “No tengo ninguna duda de que dentro de otros 70 años Israel será más fuerte”.

Nakba-Intifada

Evidentemente no podemos obviar en este contexto la pertinaz represión de los judíos contra sus adversarios a través de matanzas y aniquilamientos sin límites donde han muerto muchas mujeres y niños, sobre todo palestinos, destruyéndose sus casas y medios de vida, especialmente en Gaza y Cisjordania, los territorios ocupados por Israel, llegándose al genocidio. El pueblo palestino sigue sometido a los designios del Estado de Israel. Recordemos, por ejemplo, que hace más de dos mil años, quien estaba sometido al Imperio Romano era el pueblo judío. Roma ejercía su poder exigiendo tributos para el mantenimiento de las tropas de ocupación y envío de remesas a Roma

Y aunque el escenario geopolítico ha cambiado y Medio Oriente arde por guerras internas que nada tienen que ver con Israel, la alerta aún es imprescindible. El terrorismo con el que sigue lidiando Israel, no es una amenaza existencial como sí lo sería un Irán con poderío nuclear. Pero la necesidad de defensa no es sólo ante el peligro de extinción, sino también por el legítimo deseo de garantizar una vida normal, sin constantes sobresaltos por atentados contra la población civil israelí.

Desde estas líneas defendemos la libertad y la paz de los pueblos, la convivencia pacífica entre las naciones y el entendimiento entre todos los seres humanos, lo que hacemos evidentemente extensible a esta zona del Próximo Oriente y a su incierto futuro.

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