NICANOR PARRA por Washington Daniel Gorosito Pérez

“Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona.”
Nicanor Parra
Cercano a los 104 años el poeta chileno Nicanor Parra se fue tras el camino de las luminarias. Nos ha dejado un gran legado de poemas y anti-poemas..
La razón que motivó esta elección por parte del jurado del certamen fue: “su capacidad para crear e investigar nuevos lenguajes poéticos y ofrecer una poesía tan variada y distinta, y por su iniciativa en crear la llamada antipoesía”.
De origen humilde, nace en el seno de una familia que al decir del poeta y editor compatriota Marco Antonio Campos, “la familia Parra es en Chile una de esas familias en las que el que no es bueno es muy bueno en lo que hace en el arte”. El poeta laureado es hermano de la extraordinaria cantante Violeta Parra.
En su juventud estudió Física y Mecánica Avanzada en los Estados Unidos gracias a una beca que obtuviera en 1940. Unos años antes en 1937 había publicado su primer obra literaria; Cancionero sin nombre. Pero será hasta 1954 con la publicación de Penas y antipoemas una obra que marcará a parte de la poesía latinoamericana del siglo XX, más que nada en su país donde esta era dominada por la tonalidad solemne y grandiosa de Neftalí Reyes (Pablo Neruda).
Su hijo mayor, Juan de Dios, al enterarse de la noticia dijo sentirse “extrañado y feliz”, ya que “el escribe antiliteratura y creí que estos premios se les dan a escritores más formales”.
Otro connotado escritor y diplomático chileno, me refiero a Antonio Skármeta, quien se encontraba de visita en México participando de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, externo sobre Nicanor: “Es un poeta que le saca resplandores inusuales al español”.
“Es hombre de una gran cultura que juega con la tradición literaria, sus procedimientos poéticos son inmensamente originales. Parra se mueve bien en la contradicción, la contradicción es vida”.
“Es un poeta inteligente, lleno de humor, no adicto a construir mitologías, busca la verdad desnuda, clara. Un poeta que rechaza la afectación y el embellecimiento artificial. Me alegro mucho que Parra esté sentado a la diestra del Dios Padre Todopoderoso que es el autor de Don Quijote de la Mancha”.
Pero además a lo largo de su prolífica carrera, Nicanor entre otros premios ha obtenido: el Nacional de Literatura de su país en 1969, el Internacional de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (1991), y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2001).
Nicanor Parra es considerado el último poeta grande de la nación trasandina. Ha tenido la felicidad de poder compaginar sus dos amores a lo largo de su vida, la docencia y la
literatura. En 1996 dejó sus clases de Mecánica Teórica después de 51 años en la Universidad de Santiago de Chile.
Bien, y ahora ¿quién nos liberará de nuestros liberadores?
Nicanor Parra
En la facultad de Ingeniería, fue el fundador del Instituto de Estudios Humanísticos junto al poeta Enrique Lihn.
El poeta Nicanor Parra, significa la antisolemnidad; su coloquialismo introdujo un modelo alternativo con su estilo abierto a la ironía y al humor, con compromiso político y rompedor de mitos hizo que se le empezara a conocer como el antipoeta. Aceptemos la invitación de Nicanor Parra y hagamos su Poema test: Qué es un antipoeta.
POEMA TEST
Qué es un antipoeta
Un comerciante en urnas y ataúdes?
Un sacerdote que no cree en nada?
Un general que duda de sí mismo?
Un vagabundo que se ríe de todo.
Hasta de la vejez y de la muerte?
Un interlocutor de mal carácter.
Un bailarín al borde del abismo?
Un narciso que ama a todo el mundo?
Un bromista sangriento.
Deliberadamente miserable.
Un poeta que duerme en una silla?
Un alquimista de los tiempos modernos?
Un revolucionario de bolsillo?
Un pequeño burgués?
Un charlatán?
un dios?
un inocente?
Un aldeano de Santiago de Chile?
Subraye la frase que considere correcta.
Qué es la antipoesía
Un temporal en una taza de té?
Una mancha de nieve en una roca?
Un azafate lleno de excrementos humanos.
Como lo cree el padre Salvatierra?
Un espejo que dice la verdad?
Un bofetón al rostro.
Del Presidente de la Sociedad de Escritores?
(Dios lo tenga en su santo reino)
Una advertencia a los poetas jóvenes?
Un ataúd a chorro?
Un ataúd a fuerza centrífuga.
Un ataúd a gas de parafina?
Una capilla ardiente sin difunto?
Marque con una cruz.
La definición que considere correcta.
Llore si le parece. Yo por mi parte me muero de risa
Nicanor Parra
Y más poesía de Nicanor:
Cronos
En Santiago de Chile
Los
días
son
interminablemente
largos:
Varias eternidades en un día.
Nos desplazamos a lomo de luma
Como los vendedores de cochayuyo:
Se bosteza. Se vuelve a bostezar.
Sin embargo las semanas son cortas
Los meses pasan a toda carrera
Ylosañosparecequevolaran.
Hay un día feliz
A recorrer me dediqué esta tarde
Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
Que es el único amigo que me queda.
Todo está como entonces, el otoño
Y su difusa lámpara de niebla,
Sólo que el tiempo lo ha invadido todo
Con su pálido manto de tristeza.
Nunca pensé, creédmelo, un instante
Volver a ver esta querida tierra,
Pero ahora que he vuelto no comprendo
Cómo pude alejarme de su puerta.
Nada ha cambiado, ni sus casas blancas
Ni sus viejos portones de madera.
Todo está en su lugar; las golondrinas
En la torre más alta de la iglesia;
El caracol en el jardín, y el musgo
En las húmedas manos de las piedras.
No se puede dudar, éste es el reino
Del cielo azul y de las hojas secas
En donde todo y cada cosa tiene
Su singular y plácida leyenda:
Hasta en la propia sombra reconozco
La mirada celeste de mi abuela.
Estos fueron los hechos memorables
Que presenció mi juventud primera,
El correo en la esquina de la plaza
Y la humedad en las murallas viejas.
¡Buena cosa, Dios mío!; nunca sabe
Uno apreciar la dicha verdadera,
Cuando la imaginamos más lejana
Es justamente cuando está más cerca.
Ay de mí, ¡ay de mí!, algo me dice
Que la vida no es más que una quimera;
Una ilusión, un sueño sin orillas,
Una pequeña nube pasajera.
Vamos por partes, no sé bien qué digo,
La emoción se me sube a la cabeza.
Como ya era la hora del silencio
Cuando emprendí mi singular empresa,
Una tras otra, en oleaje mudo,
Al establo volvían las ovejas.
Las saludé personalmente a todas
Y cuando estuve frente a la arboleda
Que alimenta el oído del viajero
Con su inefable música secreta
Recordé el mar y enumeré las hojas
En homenaje a mis hermanas muertas.
Perfectamente bien. Seguí mi viaje
Como quien de la vida nada espera.
Pasé frente a la rueda del molino,
Me detuve delante de una tienda:
El olor del café siempre es el mismo,
Siempre la misma luna en mi cabeza;
Entre el río de entonces y el de ahora
No distingo ninguna diferencia.
Lo reconozco bien, éste es el árbol
Que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
Fuera mejor que una ventana abierta).
Yo me atrevo a afirmar que su conducta
Era un trasunto fiel de la Edad Media
Cuando el perro dormía dulcemente
Bajo el ángulo recto de una estrella.
A estas alturas siento que me envuelve
El delicado olor de las violetas
Que mi amorosa madre cultivaba
Para curar la tos y la tristeza.
Cuánto tiempo ha pasado desde entonces
No podría decirlo con certeza;
Todo está igual, seguramente,
El vino y el ruiseñor encima de la mesa,
Mis hermanos menores a esta hora
Deben venir de vuelta de la escuela:
¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo
Como una blanca tempestad de arena!
No creo en la vía pacífica
no creo en la vía violenta
me gustaría creer
en algo pero no creo
creer es creer en Dios
lo único que yo hago
es encogerme de hombros
perdónenme la franqueza
no creo ni en la Vía Láctea.