¡¡¡ESTO…..ES UNA LOCURA!!! JHERONIMUS BOSCH, “EL BOSCO” por Isabel Arribas Freire

Si, es una auténtica locura, pretender a estas alturas de los enjundiosos estudios sobre el pintor, hacer un alto en el camino, para poder contemplar con ojos asombrados, las muchas veces incomprensibles imágenes, sus ocultos mensajes….y a la vez sus evidentes “saetas” aguzadas, lanzadas al cerebro y al corazón del espectador.

No pretendo ir más allá de lo conocido, sino plantearme la contemplación de la LOCURA, a través de un cuadro y dos trípticos, siempre expuestos en el Museo del Prado de Madrid.
El primero de ellos: “Extracción de la piedra de la locura”, me lleva a una pequeña reflexión: ¿Cuántas locuras tenemos los humanos en el cerebro, ahora y siempre, y que no son extraíbles con un simple cuchillo bien afilado?. Vemos, sentimos, nos dolemos de las supuestas “locuras” de nuestro entorno, de los otros. Pero cada una y cada uno, llevamos en nuestro interior algo desmesurado y muchas veces oculto a nuestros ojos, pero que no deja por ello de ser raro, distinto, molesto, fuera de lugar. Y, nos cubrimos nuestra propia cabeza con un embudo (como en el cuadro), pero formado por nuestros propios criterios, que tienen la boca ancha para mi…..y la estrecha para los otros. Mal asunto querer arreglar el mundo con esta discriminación.

A la vez, contemplo a la anciana con el libro inestablemente sujeto sobre su cabeza. ¡¡¡Qué mensaje!!!. Ciencia, normativas, leyes, ambigüedades que hacen que nuestro comportamiento frente a la supuesta locura de quienes nos rodean, se inclinen según nuestro criterio muchas veces desequilibrado, a un juicio inexorable que no lleva a “extraer” nada, sino a llenar más de locura el vivir cotidiano.

EL TRIPTICO “EL JARDIN DE LAS DELICIAS”: Tan moralizante, tan de nuestro tiempo, tan abigarrado, pero TAN TAN CLARO. Me ha hecho recordar unas palabras del Antiguo Testamento de la Biblia: “Nada hay nuevo bajo el sol·”. Nadie se escandalice: acaba de celebrarse el “Día del Orgullo”. Y yo me pregunto como no han escogido como pancarta la tabla central. Parece un manifiesto de todas las sexualidades habidas y por haber. Humanos, sin tabúes ni prejuicios. Pero vigilados por las dos lechuzas, que indican CUIDADO. Por otra parte, los laterales, el de la Creación, sensible y cuidadoso (Adán y Eva, están al mismo nivel, “Hombre y mujer los creó…y vió que todo era bueno”), y el del castigo, como un aviso que parece un “comic”, pero sin dejar dudas. Ahí estamos todos los humanos. Creyentes y no creyentes, hay que ser honrados de verdad en la vida y no abusar de nadie. No por temor, sino por AUTENTICIDAD.

Termino con “LA ADORACION DE LOS MAGOS”. ¡¡¡Qué belleza, y qué locura!!!. El Bosco ha pintado la locura de Dios haciéndose uno de los nuestros. Y lo ha hecho de forma magistral, contraponiendo esos Reyes Magos que son un modelo de perfección, de tamaño, de paños y adornos exuberantes. Sobretodo el Rey Baltasar, un negro como un lujo en medio de la pobreza, sosteniendo la pequeña bola del mundo, sobre la que picotea un ave Fénix, símbolo de vida y resurrección. Y la locura manifiesta, ese Niño, pequeñito, casi de incubadora, y esa Madre que lo sostiene, como si fuera la indefensión hecha persona.

¡¡¡EL BOSCO!!!. Mensajes, ideas, maestría. No nos deja indiferentes. Nos enfrenta con nuestras propias locuras, inseguridades, e inconsecuencias, para ponerles remedio.